La huelga; el chipote chillón de los ignorantes

Esto es para dejar constancia escrita del por qué no apoyo ningún tipo de llamado a huelgas o paros emitidos por los sindicalistas de este país: 

• Porque representa un total atraso para el país y el pueblo mismo.  
• Porque un llamado a paro de un día, sin continuidad, sin un ideal, y donde los demás días se actúa como que nada importa; no sirve para nada. 
• Porque cuando se paraliza a las empresas privadas, el estado deja de recibir impuestos y se crea un déficit fiscal que termina pagando el pueblo, que es ya de por sí el más afectado por la mala administración del estado dominicano. 

Y aclaro para el conocimiento general de los lectores, que una protesta organizada y una huelga o paro general, no son lo mismo. 

Movimientos de protesta organizada como el 4% y No a la cementera, han conseguido más apoyo colectivo y movilizado a más personas que cualquier huelga que se haya realizado en dominicana desde que tengo uso de razón. El 4% ha hecho temblar como NUNCA a éste Gobierno y no existe un dominicano que desconozca esa lucha y cuales serán sus beneficios y porque la apoya. Sin embargo, la integración ha sido totalmente voluntaria y organizada, además aún no ha muerto ningún ciudadano inocente y mucho menos se han paralizado las industrias que son las que mueven la economía del país.

Las huelgas no resuelven la situación por la que todos estamos atravesando, al contrario sólo empeoran todo pues reducen la productividad de las empresas que son las que generan los impuestos de los que se sostiene el país. Y hacen que la clase más trabajadora y paupérrima gaste más dinero en taxis e imprevistos. Además de provocar la muerte a destiempo de ciudadanos inocentes.  

La quema de neumáticos y la violencia solo son funcionales para  que los ignorantes que no conocen otra forma de hacer valer sus derechos constitucionales se desahoguen y muestren su rechazo a las políticas del gobierno. De un gobierno que irónicamente eligió democráticamente éste mismo pueblo que hoy lo rechaza y que por lo tanto también es culpable de todo lo que esté haciendo mal. Lo peor es que nadie se detiene por un segundo a  evidenciar cómo este gobierno sigue las mismas políticas de derroches y abusos de todos los gobiernos anteriores del  PRD y el Partido Reformista Social Cristiano, y de cualquier otro gobernante que haya tenido esta Isla, y que estas acciones se repetirán  constantemente sin importar quien nos gobierne, mientras los dominicanos no evolucionemos nuestro pensamiento. 

Para que en esta isla se produzca un cambio sustancial en la administración pública y del estado, es indispensable elevar los niveles de civismo en la población y enseñarle al pueblo a presionar y cuestionar de forma correcta al estado. Sólo tener el valor y la capacidad de usar el propio razonamiento nos conducirá  a todos a tomar decisiones acertadas contra quienes nos mal gobiernan; sólo así va a mejorar nuestro futuro y nos convertiremos en entes sociales más valiosos.

Un pueblo que olvida su historia, olvida su pasado y cometerá los mismo errores en el futuro. La primera huelga la hicimos los quisqueyanos a Cristobal Colón en el 1493 cuando la Isla estaba habitada por indígenas carentes de todo tipo de formación  académica y conocimiento alguno. Y si 500 años de historia versus nuestra realidad actual, no nos han servido para evolucionar nuestros métodos de protesta y reflexionar sobre el hecho de que las huelgas desde los tiempos de Guacanarix, Colón y Caonabo, no nos han dado resultados y actúan en perjuicio de los más humildes y necesitados de la población dominicana, pues bien, seguiremos siendo tratados como hasta el día de hoy; como indios.